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Mallorca y Cerdeña rastrean sus orígenes en Palmavera

La fase más antigua del complejo arqueológico del Alguer muestra construcciones similares a las talayóticas presentes en Llucmajor


MARCOS TORÍO

Enviado especial

L'ALGUER (CERDEÑA).- Mucho antes de que el catalán uniera a Mallorca y Cerdeña, civilizaciones prehistóricas de las dos islas compartieron características que todavía hoy se rastrean.

Los alumnos de la Universitat de les Illes Balears (UIB) que han viajado a la ciudad sarda con el Consell de Mallorca descubrieron cómo vivían los habitantes del complejo Nurágico Palmavera, situado a ocho kilometros del Alguer, cuya parte más antigua (siglo XV a.C.) se asemeja a los talayots presentes en Mallorca.

Las estructuras de las cabañas de Palmavera y de las barracas de Llucmajor presuponen un nexo común entre ambas civilizaciones al que los expertos no han encontrado todavía una respuesta. A favor de la teoría están las fechas, ya que, la ápoca de la cultura talayótica coincide con la de los restos de Palmavera. Estos elementos comunes fueron también compartidos por la cultura micénica.

Cerdeña cuenta con 7000 nuraghes de los cuales sólo se han excavado 70. El de Palmavera empezó a desenterrarse en el año 1904 y es uno de los más antiguos y más evolucionados de Cerdeña, ya que, cuenta con dos torres en lugar de una, como suele ser habitual.

El complejo actual se compone de una muralla defensiva, de un lugar destinado a reuniones y de 50 cabañas de forma circular, aunque los expertos aseguran que existe un centenar más todavía enterradas.


Refugio para el mal tiempo


Las cabañas servían como refugio para el mal tiempo, ya que, todo indica que estos habitantes de la Edad de Bronce realizaban la mayor parte de su vida al aire libre. También cumplían una función sagrada y defensiva. Los arqueólogos han determinado que Palmavera se construyó en tres fases.

La segunda (siglo IX a. C) fue la más importante para la vida de la comunidad y en ella se creó la cabaña de reuniones que servía como lugar de debate político, de celebración de ritos y ceremonias, así como, de tribunal para juzgar a los que infringían el código moral de la comunidad.

Palmavera sobrevivió durante más de 700 año hasta que fue atacada y devorada por el fuego en el siglo VIII a. C., fecha de su desaparición.

Los 48 alumnos mallorquines de la UIB visitaron también el promontorio de Capo Caccia, las localidades de Castelsardo, Sassari y la necrópolis de Angelo Ruju, una de las más importantes de todo el Mediterráneo. La expedición mallorquina regresa esta tarde a Palma tras finalizar un viaje financiado por el Consell de Mallorca desde su área de juventud.
El Mundo-El Dia de Baleares, 28 de marzo de 2005.

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