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La profecía y el maremoto

En mayo del 1981 se anunció una catástrofe marina en Mallorca


CARLOS GARRIDO

La historia no siempre es lógica y lineal. A veces tiene recursos inesperados, incluso inexplicables. Episodios que se cuentan como si fuera una leyenda.

El tsunami del 26 de diciembre pasado me trajo el recuerdo de una historia excepcional. Era el mes de mayo de 1981 cuando comenzó a correr un extraño bulo. Nadie sabía de dónde había salido, pero se esparcía como una mancha de aceite. Concretamente se aseguraba que el día 12 de mayo iba a producirse un maremoto que asolaría la isla de Mallorca. Tan catastrófica profecía venía acompañada de otro signo apocalíptico. Coincidiendo con el golpe de mar, se produciría la muerte del Papa Juan Pablo II.

Cuando intentabas averiguar de dónde salía tal especie, obtenías respuestas inconcretas. Revelaciones de índole más o menos esotérica. Pero lo curioso es que todo el mundo repetía la misma historia. Hasta el punto de que pasó a la prensa e incluso al mundo de la publicidad. Así, Román Piña Homs escribía en la página de opinión de Diario de Mallorca un artículo titulado ´En la cresta del maremoto´. Donde decía: "Alguien ha deducido que para estas fechas un maremoto arrasará Mallorca. Y mientras nuestros hijos discuten sobre la altura de la ola, y algunos papás hasta cogen billetes de avión por lo que pueda pasar, uno exclama: ¡Qué ocurrencias! ¡Como si no tuviésemos ya bastante maremoto con la endiablada tensión política y degradación económica que vive el país!".

El impacto popular del rumor del maremoto se contagió también al marketing. Y en la primera página de nuestro diario se podía contemplar un recuadro que decía escuetamente: "Desde mañana, el maremoto de Tiburón". La popular tienda utilizaba el reclamo maremotista para indicar el cataclismo rebaje de los precios.

Otro anuncio decía: "La predicción era cierta. Ha llegado el maremoto. (Más información en pág. 9)".

Total, que llegó el tan temido día 12 y lo que ocurrió fue que se produjo un fuerte viento sobre Mallorca. La portada de Diario de Mallorca lo reflejaba al día siguiente con una espectacular fotografía de las olas rompiendo en el Dic de l´Oest. "Fuerte viento y oleaje en Mallorca", rezaba el titular. Y el texto de la llamada aclaraba: "A causa del fuerte viento, que en ocasiones rozó los cincuenta nudos a la hora, un fuerte oleaje azotó ayer la costa mallorquina, sobre todo en la zona de Poniente. Fueron muchos los que, ante la psicosis desatada últimamente a causa del supuesto maremoto que hoy tenía que sufrir Mallorca, vieron en ese mar encrespado un mal presagio. Sin embargo, el espectáculo del mar embravecido convocó ayer a turistas y paseantes en las playas, para contemplar la fuerza de las olas contra la arena. Más de uno, al acercarse demasiado, tuvo que ir a cambiarse de ropa, tras sufrir un pequeño ´maremoto´ a causa de la espuma".

Pero la cosa no quedó allí. Cuando todo el mundo ya se reía del maremoto no consumado, un día después se produce un atentado contra el Papa. Tal como la profecía había asegurado. El autor era un joven turco llamado Ali Agca.

Y el asombro fue todavía más profundo cuando, el 15 de mayo, el diario titulaba a toda página: "Ali Agca estaba en Magaluf tres días antes de atentar contra el Papa". ¡El terrorista se había alojado en el hotel Flamboyan!

¿Cómo explicar una cadena tan ilógica de acontecimientos? La predicción resultó cierta de forma indirecta. El Papa no murió, Mallorca no se hundió en el mar. Pero el hombre que estuvo a punto de matar a Juan Pablo II preparó en la isla el atentado, cometido al día siguiente de la fecha en cuestión.

Ahí queda el enigma para los historiadores.

Diario de Mallorca, 05 de febrero de 2005.

4 comentarios

Domingo Hernández -

Tal vez a San Vicente Ferrer le llegaron noticias de la cantidad de entradas que hay a grutas subterráneas y cuevas pudo deducirlo a partir de ahí, ¿quien sabe?.

Sobre los pitufos mallorquines ya me dirás cosas, que me tienes intrigado.

Toni M. Jover -

Lo de San Vicente Ferrer es cierto: la tan manida frase hecha de que "Mallorca es hueca por dentro" es suya, y estaba relacionada con la profecía: supongo que lo habrás oído decir junto a aquello de que la isla se sujeta al fondo del mar como una seta (sólo por el tronco) y está completamente llena de cuevas subterráneas.

No sé si llegará a tanto, pero sí es cierto que la isla es bastante "gruyeresca". Quizá a eso se refería San Vicente, aunque ignoro cómo pudo saberlo (¿espeleología medieval?)

Saludos, Domingo. Por cierto, te tengo preparado un "misterio" mallorquín que me trae de cabeza pues no consigo más datos sobre él que vagas referencias orales (¿te suena de algo lo de los "pitufos" mallorquines?). Ya te diré cosas...

Domingo Hernández -

Pues no sé si la profecía tendría que ver con Santa Catalina Tomás lo que sí que tengo entendido es que San Vicente Ferrer anunció que un día Mallorca se hundiría; ignoro si tendría algo que ver con esta profecía o sería una de las tantas que siempre han circulado por el mundo a través de supuestos profetas.

Toni M. Jover -

Vaya anécdota. No tenía ni idea de la aventura "magalúfica" de Ali Agca, pero recuerdo perfectamente la psicosis del maremoto: yo tenía 7 años y estaba "acollonido" pues la cosa, si no recuerdo mal, tenía algo que ver ¿con una profecía de Santa Catalina Tomás? Yo por entonces me tomaba muy en serio las cosas de los santos.