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Hallan restos humanos de excepcional importancia en un paraje de Menorca

La trascendencia del descubrimiento se emparenta con hallazgos de idéntica magnitud como Es Càrritx y Es Mussol


C.MARQUÈS
Los espeleólogos Pere Arnau, Josep Riera y Mónica Zubillaga han descubierto en un paraje de Menorca restos arqueológicos de excepcional importancia relacionados con la cultura talayótica.


La trascendencia del descubrimiento se emparenta directamente con otros hallazgos de idéntica magnitud, como los restos descubiertos en las cuevas de Es Càrritx y Es Mussol, en el término municipal de Ciutadella, que permitieron conocer datos muy reveladores sobre las prácticas rituales de las comunidades prehistóricas que habitaron Menorca hacia el año 1.600 antes de nuestra era.


Como en Es Càrritx y Es Mussol, lo que hace excepcional el descubrimiento son los restos humanos encontrados. Este dato motivó en las dos importantes cuevas excavadas en Ciutadella en 1995 y 1997 campañas de prospección y recuperación de materiales, en las que se encontraron y recuperaron por primera vez restos humanos (cabellos) de los menorquines que poblaban la isla hace 3.000 años.


Aún cuando no ha trascendido información alguna sobre el tipo de restos encontrados en el paraje, Ultima Hora Menorcaestá en condiciones de avanzar que se trata de un yacimiento arqueológico de extraordinaria importancia. Los restos humanos encontrados permitirán ofrecer datos muy reveladores y quizá inéditos sobre la cultura talayótica menorquina.


El Consell presentará hoy el descubrimiento, aún cuando no informará sobre la ubicación de este nuevo y sorprendente hallazgo, cuyo emplazamiento se mantendrá, de momento, en el secreto.


La afición de Pere Arnau por la espeleología le ha llevado en los últimos años a descubrir restos arqueológicos de gran importancia para entender el pasado más remoto de los antiguos moradores de Menorca.


Los restos hallados por Arnau en las cuevas de Es Càrritx y de Es Mussol, que permitieron conocer cómo eran y cómo vivían los primeros humanos que poblaron la isla, han sido hasta la fecha un punto de referencia indiscutible para los investigadores y profesionales de la arqueología. Entre las piezas de mayor valor científico que aportaron las excavaciones se encuentran dos tallas de madera de la época talayótica, de 3.000 años de antigüedad. Según los arqueólogos, podría ser el primer caso de zooantropomorfismo en la Edad de Hierro, en el que el ser humano incorpora caracteres animales a su representación para aprehender y usurpar los valores de los animales.


El hallazgo de la cueva C-2 de Punta Nati (Ciutadella), también descubierta por Arnau, desveló igualmente la fauna existente en la isla antes de que el hombre dejara por primera vez su huella escrita en la tierra. La excavación de esta cueva, realizada entre el 25 de agosto y el 15 de septiembre de 1995, descubrió 1.744 huesos y fragmentos con una antigüedad de más de 6.000 años. De ellos, un total de 1.624 corresponden aMyotragus balearicus, una especie endémica de mamífero que se extinguió coinciendo con la llegada del hombre y que guardaba similitudes con la actual cabra.


Aunque la mayoría de descubrimientos realizados por Pere Arnau corresponden a cuevas y formaciones geológicas situadas en el subsuelo de la comarca de ponent de Menorca, y más concretamente de Ciutadella (Cova des Càrritx, Cova des Mussol y Cova de ses Tapareres), el espeleólogo menorquín ha realizado también diversos descubrimientos en otros puntos geográficos de la isla, como «Galeria de Sant Antoni», en la costa sur del término municipal de Maó, una gruta con un recorrido de 200 metros.
Diario Última Hora Menorca, 12 de mayo de 2005.

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