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Leyenda o historia de las urbes sumergidas de la isla

La revista Año Cero analiza las supuestas ciudades de los fondos marinos de Menorca

JORDI GONZÁLEZ

El último número de la revista Año Cero dedica un interesante artículo a las supuestas 'Ciudades sumergidas de Menorca'. En él, Mario Menéndez Díaz, redactor del reportaje, defiende la hipótesis de que la isla cuenta en sus mares con diferentes urbes tragadas por el agua.

La explicación de este fenómeno, según el autor, es que «hace mucho más tiempo de lo que se cree ocurrió algún desastre natural de carácter climatológico o geológico que propició el hundimiento de esas ciudades costeras de Menorca, quedando tan sólo algunos restos de ellas sobre las cuales, posteriormente, se construyeron las basílicas paleocristianas y nuevos asentamientos».

El artículo aporta algunos datos interesantes sobre el rico patrimonio histórico cultural que se encuentra actualmente bajo las aguas de la costa menorquina.

En ese sentido el reportaje analiza los restos arqueológicos submarinos que se encuentran alrededor del poblado romano de Sanitja (en el Cap de Cavalleria), de la basílica de Son Bou y hasta reluce la mítica leyenda de la ciudad de Parella en la costa de Ciutadella. Huyendo así de las tesis predominantes que afirman que el patrimonio histórico submarino se debe al incesante comercio del mediterráneo, a lo largo de los siglos.

A pesar de su cierto interés cabe destacar que el reportaje sigue la línea editorial que caracteriza a la revista, centrada en el estudio de fenómenos paranormales y en el análisis de leyendas, empeñándose en hacerlas realidad a cualquier precio.

En un principio el artículo introduce algunos elementos de importancia, como la supuesta ciudad sumergida de Son Bou, documentada ya por el investigador Josep Mascaró Pasarius.

Según Menéndez «sobrevolando la costa con una avioneta se aprecian unas estructuras submarinas, cuyos trazos rectilíneos semejan calles y plantas de edificios que, supuestamente, corresponden a la visión aérea de una pequeña ciudad encubierta». El autor sigue comentando que «estas enigmáticas estructuras pétreas se pueden localizar a 300 metros del margen oriental de la playa y a unos 10 ó 15 metros de profundidad». Los largos pasillos fueron apreciados in situ por los
dos submarinistas de la revista.

Diario Última Hora Menorca, 12 de junio de 2005.

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